
Consiste en la movilización manual de los tejidos corporales, en especial del tejido muscular.
El masaje mejora la vascularización en los tejidos tratados, permitiendo una mayor eliminación de desechos celulares y una mejor nutrición de éstos. Además mejora la elasticidad de los tejidos, eliminando restricciones de movilidad causadas por contracturas, bandas tensas, acortamientos o retracciones musculares.
Esta terapia puede ir acompañada de diversas técnicas de termoterapia, estiramientos, terapia miofascial, osteopatía, etc., que ayudan a potenciar el efecto del masaje.